he has magic!

A veces nos gusta pensar que en alguna calle de alguna esquina nos vamos a cruzar con alguien que nos pare, nos pregunte la hora, y seguido a eso, nuestro color favorito. Que nos mire, con una sonrisa, se sonroje y trate de disimularlo. Pensamos (pienso) que existe alguien afuera esperando ser encontrado que sueña de la misma forma, y del otro lado de la pantalla, con cosas que no pasaron y que espera que pasen algún día. Con esa casa a media luz y las pilas de discos dispersas por todas partes; alguien que se ve al espejo y ve lo que va a ser mañana y no lo que parece a los demás ni la imagen que el resto tiene de él.
No puedo parar de escribir sobre los sueños que me invaden al imaginar una vida futura, tan dulce como esta, pero mucho más dulce porque va a ser futura y porque vas a estar vos, ahí, para saborearla conmigo; porque como va a ser más adelante, muchas de las incertidumbres que hoy tengo van a desaparecer, muchas analogías y pasadas malas compañías me van a servir para apreciar tenerte al lado y despertar todas las mañanas con ganas de seguir siendo noche para poder verte dormir.
Después de repente aparece, como si yo no lo quisiera, como si no pudiera evitarlo, el golpe frío de la realidad de los ilusos, que no creen en más de lo que ven, y que ni siquiera en lo que ven confían. Y qué si no aparece? Qué si no es todo esto más que una suma de palabras que no llevan a puerto alguno, y que no buscan esconder más de lo que muestran. Qué si al final de la noche, soy yo, esta pantalla y esta taza de té la única compañía para los libros revueltos que tengo apilados en el placard. Qué si después de todo, la persona del otro lado de la pantalla no es más que yo misma y mis deseos, mis deseos de que alguien sea alguna vez un poco más como yo, y yo un poco más como vos, y entonces así, entre los dos podamos ser en juntos lo que no podemos ser por separado. Extrañarse y serse tanto hasta no ver más que en el otro la parte de uno que uno, no se anima a contarse.
Pero quizás no pase. Quizás no esté la persona transparente esa que imagino. La persona que sueña con la vida y no la que anhela lo pasado; la que vive delos colores y de los olores de las mañanas de domingos; de tomar café y leer un libro; de mirar por la ventana y no ver personas, sino vidas; que cuente con los dedos el amor que tiene hacia todo lo que ve, y que de vez en cuando necesite de mi para salvarlo de ser siempre igual.
Sumas de cosas. Me irrita un poco tener que cambiar las palabras y no poder decir las cosas como son en realidad. Pero la mirada es una sola: la persona que me pregunte la hora, y después mi color favorito, está en la vuelta de alguna esquina, que incansablemente voy a recorrer hasta poder encontrar.-

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